domingo, 25 de abril de 2010

Remedio casero para varices con Aloe vera

Tratamiento casero para várices
Quien sufre de várices ve disminuída su autoestima y busca la forma de ocultarlas ante la mirada de los demás.
También se ve afectada la calidad de vida y no sólo por las molestias que puedan causar las várices (dolor en las piernas, sensación de pesadez, inflamación, etc), sino que impiden desarrollar actividades comunes con normalidad.
Aunque esto parezca una afirmación exagerada son muchas las personas que se sienten disminuídas y acomplejadas al tener várices en sus piernas.

Por ejemplo, para no mostrar las piernas con várices se soporta el calor en verano, se evita acudir a piletas, playas, usar ropa corta o faldas, lo cual limita el normal desenvolvimiento de las personas a quienes las várices causan severos complejos y trastornos.
Las varices no son sólo un problema estético
Las várices son un problema venoso que afecta en mayor porcentaje a las mujeres, el especialista para tratarlas es el flebólogo y se debe recurrir a él para encontrar una solución profesional.
El remedio casero para várices, al igual que otros tratamientos naturales ayuda a solucionar la parte estética mejorando la apariencia de las piernas y en parte pueden mejorar la irrigación venosa, pero reiteramos que la solución definitiva para las várices se encuentra en un médico especializado.
Aloe vera, remedio casero para varices
* Se toma una o dos hojas de Aloe vera (Sabila) se quita la piel y espinas.
* Se cortan trozos de la pulpa de aloe y se guardan en el refrigerador.
* Posteriormente se toman trozos finos y se masajea con ellos las várices durante unos minutos, se deja actuar el gel durante media hora y luego se enjuaga.
Puede repetirse dos o tres veces al día si se desea.
* Hay quienes utilizan el Aloe vera como remedio casero para las várices a temperatura natural, simplemente aplican la sustancia gelatinosa sobre las várices varias veces al día sin enjuagar y aseguran haber logrado la eliminación total de las varículas o arañitas y derrames, con una disminución comprobable de várices de mayor tamaño.

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